Un nuevo estudio publicado en la prestigiosa revista The Lancet revela que alrededor del 60% de la población mundial no ingiere suficientes micronutrientes.
Esta investigación señala que el 60% de la población no consume suficiente yodo, el 67% no ingiere suficiente vitamina E, el 66% tiene el mismo problema con el calcio, el 65% con el hierro y el 53% con la vitamina C.
La importancia de este estudio reside en sus dimensiones y alcance, ya que proporciona información sobre el consumo inadecuado de 15 micronutrientes por parte de cinco mil millones de personas en 185 países, haciendo una radiografía muy completa del problema y aportando un punto de partida para saber cómo abordarlo.
¿Qué son los micronutrientes?
Los micronutrientes son nutrientes esenciales que el cuerpo necesita en pequeñas cantidades para funcionar correctamente, a diferencia de los macronutrientes (carbohidratos, proteínas y grasas), que requieren un mayor consumo.
Los micronutrientes incluyen vitaminas y minerales. Las vitaminas como la A, la C, la D, la E o las del complejo B (B1, B2, B6, B12) ayudan en funciones como la visión, la reparación celular y la producción de energía. Entre los minerales destacan el hierro, calcio, magnesio, zinc y yodo, que son clave para la formación de huesos, la función muscular, la producción de hormonas y el transporte de oxígeno en la sangre.
Las deficiencias de cada uno de estos micronutrientes tienen un efecto específico sobre la salud. Las deficiencias del hierro y vitamina A figuran entre las 15 principales causas de morbilidad mundial. La falta de hierro, por ejemplo, produce anemia reduciendo la capacidad del cuerpo para transportar oxígeno. Esto causa síntomas como la fatiga extrema. También afecta al desarrollo cognitivo y físico en el caso de los niños o genera un mayor riesgo de complicaciones en el parto en el caso de las mujeres embarazadas. De hecho, un 1,5% de las muertes totales anuales pueden ser atribuidas a una deficiencia de hierro, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las deficiencias de micronutrientes son diferentes entre los distintos grupos poblacionales
El estudio realizado por Passarelli y colaboradores y publicado a finales de agosto en The Lancet pone de manifiesto que existe un problema a nivel mundial en el consumo de micronutrientes, pero varía entre los distintos grupos estudiados.
Las carencias son claramente diferentes entre hombres y mujeres. En el caso de los hombres, es más común la deficiencia de calcio, zinc y varias vitaminas esenciales. Sin embargo, las mujeres presentan carencias de vitamina B12, hierro y selenio. Estas variaciones se deben a la diversidad de las dietas y a los distintos requerimientos nutricionales según el sexo. Las mujeres en edad reproductiva necesitan más hierro que los hombres. También se han observado diferencias según las regiones. El sudeste asiático es la región del mundo que presenta los déficits de micronutrientes más severos. Por otro lado, en África subsahariana se observan deficiencias concretas muy importantes en la ingesta de hierro, zinc y vitamina B12.
¿Cómo ayuda la fortificación de alimentos al consumo de micronutrientes?
La fortificación de alimentos se define como la práctica de añadir nutrientes esenciales, como las vitaminas y los minerales, a productos alimenticios durante su procesado con el fin de mejorar su valor nutricional. Es un método fiable y rentable para mejorar la dieta y prevenir las deficiencias de micronutrientes.
Uno de los primeros y más comunes ejemplos de fortificación de alimentos es la adición de yodo a la sal. La sal yodada empezó a aparecer en 1920 en Europa y Norteamérica. Sin embargo, en los países en vías de desarrollo, la fortificación de alimentos no es una práctica tan extendida, a pesar de que las dietas son bajas en micronutrientes debido al alto consumo de productos ricos en almidón, como el maíz, el arroz o el trigo.
El tipo de fortificación para cada país varía dependiendo de la prevalencia de deficiencias de micronutrientes, el segmento de la población más afectado, el tipo de dieta… Aquí radica la importancia del estudio publicado por Passarelli y colaboradores, ya que proporciona un completo análisis de la situación actual para tomar medidas concretas según las distintas regiones.
En los países con rentas altas la evidencia científica indica que la fortificación es efectiva para combatir las deficiencias de micronutrientes. En aquellos con rentas medias y bajas aún se está estudiando, pero diversos estudios confirman su impacto en la reducción de deficiencia de vitamina A, hierro y yodo. Por ejemplo, en Indonesia, un estudio llevado a cabo entre 2011 y 2012 estudió los efectos de la fortificación a gran escala en los niveles de vitamina A en mujeres y niños. El estudio determinó que el aceite fortificado aumentó la ingesta de vitamina A llegando a niveles cercanos a los recomendados, incrementando también el contenido de esta vitamina en la leche materna de las madres lactantes.
Healthinfoods, especialistas en fortificación de todo tipo de alimentos
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En el caso de los micronutrientes, podemos desarrollar premixes de vitaminas y/o minerales en base a las necesidades del cliente para aportar por dosis un % de los valores nutricionales de referencia (VRN). Estas mezclas se llevan a cabo realizando diluciones de grado farmacéutico y controladas por nuestro laboratorio mediante espectroscopia de infrarrojo cercano NIR.
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Fuentes
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Passarelli S, Free CM, Shepon A, Beal T, Batis C, Golden CD. Global estimation of dietary micronutrient inadequacies: a modelling analysis. Lancet Glob Health. 2024 Oct;12(10):e1590-e1599. doi: 10.1016/S2214-109X(24)00276-6.
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